¿Tiene el ser humano la capacidad de ser feliz?. Qué cosas le impiden serlo? ¿Cómo se puede ser feliz? ¿Por qué ocurre frecuentemente que necesitamos alcanzar ciertos objetivos o metas con el fin de ser felices, pero una vez alcanzadas nos sentimos una vez más insatisfechos? ¿Será que en verdad la felicidad es una ficción, algo en lo que necesitamos creer y si existe es sólo de naturaleza efímera? ¿Entonces, lo que en verdad marca nuestra existencia es la Falta, el sentimiento de que no estamos completos?
Sucede algunas veces que sólo cuando perdemos algo nos damos cuenta de que éramos felices, como si sólo pudiéramos asimilar la felicidad a la distancia, retrospectivamente.: “ahora que no la tengo me doy cuenta de cuánto la quería y lo bien que me hacía estar con ella…” o “no supe aprovechar las circunstancias, tenía todo para ser feliz!” ¿Se puede sentir retrospectivamente la felicidad?
Abraham Maslow, Psicólogo estadounidense, fundador de la Psicología humanista, aborda este tema en uno de sus ensayos inéditos. El problema, nos dice, es que “solemos ser psicológicamente inconscientes de nuestra buena fortuna actual”. Entonces, ¿podemos ser felices si no somos conscientes de ello? Tras el paso de lo cotidiano perdemos la conciencia de nuestra “buena suerte”. La felicidad, en general la pensamos en términos hedonistas, pero esta idea de felicidad es falsa: la felicidad real implica necesariamente dificultades. Por ejemplo, “es un privilegio tener hijos con los que llorar a causa de sus problemas, en lugar de no tener ningún hijo en absoluto.”. Una vida sin problemas, sin necesidades insatisfechas no es una vida real.
Debemos abandonar nuestra expectativa de satisfacción y serenidad permanentes, porque estos sentimientos sólo sor transitorios, la naturaleza humana siempre está en la búsqueda de mejores cielos. Aprender a disfrutar de nuestras “miserias” y ocuparnos de los problemas reales y no de los pseudo problemas.
Para ello, es necesario ubicar los problemas en la perspectiva de nuestro pasado, presente y futuro; compararlos con los problemas de otras personas y, finalmente, desde la perspectiva del cosmos, de esta manera tendremos la dimensión real de nuestros problemas.
Abraham Maslow, Psicólogo estadounidense, fundador de la Psicología humanista, aborda este tema en uno de sus ensayos inéditos. El problema, nos dice, es que “solemos ser psicológicamente inconscientes de nuestra buena fortuna actual”. Entonces, ¿podemos ser felices si no somos conscientes de ello? Tras el paso de lo cotidiano perdemos la conciencia de nuestra “buena suerte”. La felicidad, en general la pensamos en términos hedonistas, pero esta idea de felicidad es falsa: la felicidad real implica necesariamente dificultades. Por ejemplo, “es un privilegio tener hijos con los que llorar a causa de sus problemas, en lugar de no tener ningún hijo en absoluto.”. Una vida sin problemas, sin necesidades insatisfechas no es una vida real.
Debemos abandonar nuestra expectativa de satisfacción y serenidad permanentes, porque estos sentimientos sólo sor transitorios, la naturaleza humana siempre está en la búsqueda de mejores cielos. Aprender a disfrutar de nuestras “miserias” y ocuparnos de los problemas reales y no de los pseudo problemas.
Para ello, es necesario ubicar los problemas en la perspectiva de nuestro pasado, presente y futuro; compararlos con los problemas de otras personas y, finalmente, desde la perspectiva del cosmos, de esta manera tendremos la dimensión real de nuestros problemas.
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