Carl Whitaker, se hace esta pregunta en uno de sus libros más importantes “Meditaciones nocturnas de un terapeuta familiar”. Psicoterapeuta y psiquiatra muy destacado en el campo de la terapia familiar, dueño de un estilo propio, creativo y provocador al punto que podría decirse que nadie salía intacto de un encuentro con Whitaker. “Como psiquiatra estoy convencido de que todos los psiquiatras entran en este campo a causa de su preocupación e interés por su propia locura, y con la esperanza de dejarla atrás para no destruirse a sí mismos. “… y más adelante agrega “La persona que atraviesa el proceso de convertirse en psicoterapeuta lo hace a partir de dos evoluciones caracterológicas funcionales. Una es el esfuerzo tendiente a vengarse de lo que ve como una infancia pobre con mala paternidad. Entonces, en un esfuerzo por evitar el pánico de la represalia, la persona decide curar a la madre y el padre de sus malas cualidades parentales (o bien curar a un hermano, o a algún otro pariente).” No estoy seguro de que me convenzan demasiado estas afirmaciones, resultan demasiado analíticas ya que todo remite a una pérdida temprana, todo en definitiva es una repetición... repetición una vez más!. Posiblemente un psicoterapeuta sea mucho más que esto, alguien que pudiera definirse más por sus efectos, lo que produce, como una posibilidad de cambio. Aunque también, claro está, habría que preguntarse qué lugar tiene el psicoterapeuta en el Cambio que opera en el paciente. ¿Cómo se reparten las responsabilidades? Carl Rogers dijo que para que el paciente cambie el terapeuta también debe cambiar con él , esa idea me gusta y creo que también es cierto algo que creo se le adjudica a Lacan de que “muchos pacientes cambian a pesar de el terapeuta”
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